sábado, 13 de marzo de 2010

Villa Carlos Paz… ¿una ciudad para todos?


Por Prof. José A. Casas

Hace pocos días, leyendo los algunos de los principales medios de comunicación de nuestra ciudad, me surgieron algunos interrogantes acerca de una noticia que, seguramente, para muchos de mis conciudadanos fue pasada por alto, o bien no tuvo la misma trascendencia que le dio quien escribe estas líneas. La misma hacía referencia a la puesta en marcha, el pasado cinco de febrero, del ente mixto de promoción turística denominado CAPTUR (Carlos Paz Turismo). De esta forma, se procedía a cumplimentar una de las máximas propuestas por la Carta Orgánica, la cual preveía como meta de desarrollo turístico la creación de "un Organismo de Promoción Turística con carácter permanente, con el objetivo de impulsar, desarrollar, incentivar y ejecutar planes, programas, campañas y estrategias de promoción del turismo con las formas en que se desarrollan y nuevas a desarrollarse, integrando al sector público y privado". (1)
De acuerdo con los medios consultados, el objetivo central del organismo recientemente creado es el de "quebrar la estacionalidad", fin para el cual se dispondrá este año de un significativo presupuesto cercano a los 3 millones de pesos. Para cumplimentar con este propósito, uno de sus responsables señaló que "una de las claves es generar una agenda de eventos importantes". (2)
Si bien este tema de las acciones que se deberían llevar a cabo para hacer exitosas las premisas del CAPTUR podría, por sí solo, abarcar un extenso debate, no es éste, en fin, el factor que me lleva a hacer público mis interrogantes sobre la noticia descrita. Éstos tuvieron su origen a partir del momento en que llegué a informarme acerca de la composición de la flamante institución.
Retomando lo dispuesto en la carta jurídica municipal, el "Organismo de Promoción Turística" a crearse debería estar conformado por el "sector público y privado", aunque la normativa no llega a especificar a qué se alude con los términos "público" y "privado". En vista de ello, y de acuerdo con un informe provisto por un medio gráfico local, la administración del CAPTUR se conformó de la siguiente manera: "Director General: Carlos Azaretti (Secretario de Turismo); Director Administrativo y Control de Servicios Turísticos: Oscar Antonio; Coordinador Legislativo: Adrián Lizarriturri (Comisión de Turismo [del] Concejo de Representantes); Director de Relaciones Institucionales: Jorge Fernández Campón (Centro Comercial, Industrial, Profesional y Afines); Director de Eventos: Hugo Marconi (Asociación Hotelera); Director de Promoción: Pablo Sittoni (Cámara de Empresarios Teatrales)." (3)

Lo privado como bien de todos…
Al analizar la composición del organismo, enseguida me surgió un interrogante que no pudo ser respondido en el resto del informe consultado: ¿por qué no había, desde el sector "privado", ningún organismo, institución o representante de los sectores trabajadores, o quizás hablando un poco más abarcativamente, de los sectores populares de la localidad? Si esto no es así, pues que alguien diga dónde están representados en el CAPTUR los empleados gastronómicos, hoteleros, de la educación, por nombrar algunos. ¿Dónde están, por ende, en dicha organización los representantes de los centros vecinales, el Centro de Empleados de Comercio, el Sindicato de Empleados Municipales, entre tantos otros? ¿O es que no tienen derecho a voz ni voto en los destinos de la ciudad en la que viven, trabajan -y que con su esfuerzo se llevan a cabo las principales realizaciones de nuestra comunidad- la mayoría de los carlospacenses?
Pues bien, para nuestros políticos, y quienes forman parte del sector dominante de esta hermosa Villa Carlos Paz, es evidente que el concepto "privado" tiene un significado alejado de principios plenamente democráticos como, por ejemplo, "la participación activa de las mayorías" o "el derecho a que todos sean escuchados".
Estos sectores, que han tenido el buen suceso de difundir y obtener el suficiente consenso en buena parte de los habitantes de esta comunidad acerca de qué se habla cuando se menciona "lo privado", refieren al mismo como todo aquello que está ligado a los intereses que defienden quienes están vinculados al capital o algún campo de la actividad profesional, sin abarcar, por supuesto, a los individuos en relación de dependencia. Así, por ejemplo, al hacerse mención de los mismos en los principales mass media locales, es habitual ver cómo el sector privado se corporiza en los integrantes de organismos como la hotelera, los empresarios teatrales y gastronómicos, las agrupaciones de abogados, ingenieros u otras profesiones liberales, etc., expresando comúnmente sus demandas como representativas del interés comunitario. Aquí, una vez más, debemos soportar la bendita teoría del "derroche", la cual supuestamente nos "ilustra" acerca del beneficio que los trabajadores tendremos del enriquecimiento de los poderosos de siempre, y cómo tantas ganancias serán buenas para todos al estar atentos a recoger las migajas que ellos nos dejen atrapar al pie de sus opulentos banquetes.
Dicha teoría, por tanto, que tiende a justificar lo injustificable (la desigualdad social), sirve para legitimar el rol paternal de nuestra burguesía, la cual se cree con el derecho suficiente de decidir cuál debe ser el destino de la localidad, pues ellos son los que traen a la misma los beneficios (o el desarrollo, como se suele comúnmente nombrar este acto de filantropía por parte de sus propagandistas) que se "desparraman" por todo –o casi todo- el tejido social.

… y lo público como bien del Estado… ¡para lo privado!
Pero así como se habla de privado, y se lo da como entendido, parece que algo similar ocurre con el término "público". Evidentemente, y tal como quedó demostrado en la conformación del CAPTUR, éste se lo entiende como derivado exclusivamente de todo aquello referido con el ámbito del Estado municipal, sin hacer distinción con otras áreas de acción donde "lo público" también actúa, como, por ejemplo, organizaciones no gubernamentales o asociaciones civiles o barriales.
Desde ya, la aceptación implícita de los significados de estos conceptos no sólo restringe el reconocimiento y, por ende, la participación de otros sectores de la sociedad carlospacense, sino que también refuerza el vínculo entre el Estado municipal y la clase dominante local, constituyéndose el primero como la instancia jurídico-institucional necesaria para garantizar a esta última, una vez más, el aprovechamiento de los recursos económicos que se generan bajo el marco de producción y comercialización predominante.
En definitiva, una concepción tan limitada, sectaria y sumamente parcial de los conceptos "público" y "privado" sigue contribuyendo a que Villa Carlos Paz esté lejos de hacer realidad uno de sus lemas publicitarios más difundidos. Si esta tierra es "la ciudad de todos", no se ve por ninguna parte cómo todos estamos actuando o nos vemos representados en la misma. El CAPTUR es, por tanto, otro ejemplo más de que la tan promocionada "perla de las sierras" es ante todo el reducto de un reducido grupo que pretende, en la búsqueda de la satisfacción de sus apetencias sectoriales, hacernos creer que su proyecto de vida nos beneficia a todos, pese a que los que forman parte de ese "todos" deben resignarse a ser representados por tan "ilustradas mentes".

Notas
(1) Carta Orgánica Municipal de Villa Carlos Paz, consultada en: www.villacarlospaz.gov.ar
(2) "El Captur tiene clara su prioridad: Quebrar la estacionalidad", en: SEMANARIO LA JORNADA, Domingo 21 de febrero de 2010, Sección Actualidad, Pág. 7.
(3) Ibíd.