sábado, 25 de diciembre de 2010

Reflexión personal sobre la lucha de Sol y Río de Pie

[por Danilo Castelli]


Este es un balance personal de esta lucha con la cual he colaborado en los últimos meses. Es posible que este balance ofenda a algunas personas e instituciones. Estoy dispuesto a pagar el precio social de su enemistad porque no estoy dispuesto a pagar el precio ético de no decir la verdad.

Las instituciones gubernamentales
La complicidad de la intendencia con EPEC y el gobierno provincial es absoluta. En cuanto al concejo de representantes y el consejo de planificación urbano ambiental[1], oscilan entre la complicidad y la pusilanimidad. Cuando hicieron algo, siempre fue demasiado poco, demasiado tarde, y casi nunca por iniciativa propia, sino después de bastante insistencia de los vecinos.
Ninguno de los candidatos de intendente ha hecho algo más que hablar. Ya sea por tongas con el poder político provincial o por conveniencia personal, ningún político local se ha comprometido seriamente con esta causa, ni siquiera en el plano judicial, que es lo mínimo que podrían haber hecho.

Las instituciones intermedias
Con instituciones intermedias no me refiero a cualquier Fundación, ONG, club, o agrupación que exista, sino a las instituciones que efectivamente, a través de la política local, actúan de intermediarias entre el Estado municipal y los distintos sectores de la sociedad civil carlospacense.
Las asociaciones empresariales y comerciales han apoyado abiertamente a la obra cancerígena e ilegal y se han puesto de la vereda de enfrente de los familias de Sol y Río. Pero esto no puede sorprender a nadie mínimamente racional. Para la burguesía lo humano siempre está segundo –o tercero- respecto al dinero. Si tan poco les importa el mundo que le están dejando a sus hijos, ¿cómo se van a conmover de la posibilidad de que una subestación eléctrica dispare la leucemia infantil en un barrio de clase trabajadora?
Sobre los centros vecinales: ay, ay, ay, los centros vecinales… El mismo centro vecinal de Sol y Río, el primero que tendría que haber reaccionado ante este atropello, el que debería haber encabezadoeste reclamo, tuvo que ser bastante presionado por los vecinos autoconvocados del mismo barrio para sonsacarle una tímida muestra de compromiso. A los centros vecinales que habían aducido la necesidad de “informarse bien” antes de posicionarse, luego de haber asistido a la charla de Raúl Montenegro (que argumentó con lujos de detalles científicos y legales la justeza de la lucha de Sol y Río) no se los vio más. Su ausencia y su ambigüedad en esta gran lucha demuestran que su preocupación y su participación se limitan a lo barrial en su sentido más estrecho. Si hubieran tenido visión, se hubieran dado cuenta de que uniendo fuerzas a esta lucha podrían haber ayudado a modificar sensiblemente el panorama político de la ciudad y ponerle coto al mismo poder feudal que los estrangula y los mantiene en una posición servil. Pero no tuvieron ni la visión ni el valor para tomar esa decisión. Ni siquiera cuando tres madres del barrio Sol y Río pusieron en riesgo su salud mediante una huelga de hambre. Ni hablar de otros centros vecinales que jamás figuraron, allí los intereses son directamente político-partidarios o personales.
En suma, los centros vecinales tal como son ahora o están cooptados o son demasiado débiles y temerosos del poder municipal, y las políticas que realizan no tienden a solucionar esa situación, sino a reproducirla. A menos que asuman en ellos nuevas direcciones que defiendan combativamente los intereses vecinales, sólo podremos contar con ellos a la hora de luchar por alguna pavimentación o algo por el estilo.

La prensa
Salvo honrosas excepciones –entre las que destaco al semanario Bamba y a Radio Cyber por su permanencia, pero han habido otros- la prensa siempre tuvo una posición ambigua (que nada tiene que ver con la objetividad periodística) o directamente contraria a la lucha de los vecinos autoconvocados.
Por default, siempre fueron transmisores de las voces oficiales, y sólo reportearon a los vecinos cuando la necesidad de la “noticia” lo hizo inevitable. Me consta personalmente y por testimonio de vecinos de Sol y Río la censura que ciertos “comunicadores” ejercieron contra los mensajes mandados a sus programas que refutaban las mentiras vertidas por Adrián Calvo, el “Aníbal Fernández” de EPEC[2]. También me consta personalmente la indiferencia de “programas de investigación transgresores” como ADN[3].
Los medios masivos de comunicación en su mayoría han sido cómplices de seguir alimentando una opinión pública ignorante, estúpida y anestesiada. Pero en esto tampoco hay mucha novedad, ese es su rol. El apoyo se ha obtenido a través de medios de comunicación lo suficientemente pequeños como para no convertirse en grandes empresas, o en colectivos de comunicación alternativos, como Indymedia Córdoba, conformados por personas que además de tener una vocación periodística que no pueden canalizar en los mass media, tienen un compromiso por el cambio social.

El poder político provincial
¿A alguien le puede sorprender, en este mundo capitalista, que el poder político de un municipio, provincia o país, esté subordinado o sea socio del gran capital? Sólo a quienes, con una tozuda ingenuidad cada vez más cercana a lo irresponsable, siguen creyendo en los ideales de la Ilustración, en la posibilidad de un Estado a-clasista erigido sobre una sociedad civil clasista[4].
En esta historia particular el gran capital está representado por la corporación inmobiliaria GAMA[5]. La subestación se está construyendo en un terreno “donado” por esta corporación. La electricidad de esa subestación tiene como principal destinatario a los emprendimientos de dicha empresa, y sólo incidentalmente a algunos barrios de Carlos Paz[6].

Qué hacemos nosotros: nuevos objetivos
Teniendo claro quienes son el enemigo, quienes son ni fu ni fa, y quienes son demasiado pusilánimes para ser nuestros aliados, queda ver qué hacemos nosotros. Por nosotros me refiero a los ciudadanos autoconvocados que, individualmente o mediante una organización, participamos de luchas por causas que nos competen directa o indirectamente, porque reconocemos la necesidad de tales luchas y porque a la vez tenemos un horizonte superador de la lucha contra los males particulares (que, mientras este sistema social siga existiendo, seguirán reproduciéndose).
Si algo debe quedarnos claro, y especialmente a partir de la bisagra del 20 de diciembre del 2001, es que los ciudadanos autoconvocados por cualquier causa que involucre la defensa de lo humano frente al capital, debemos hacernos la idea de que sólo contamos con nuestras propias fuerzas y con las de las organizaciones e individualidades que efectivamente hayan probado ser independientes del poder político, y que a la vez tengan la amplitud de miras como para darse cuenta que cuando tocan a uno tocan a todos[7].
En estos últimos años las luchas vecinales y ambientalistas locales se han caracterizado por su aislamiento. Ha habido breves momentos de interacción y coordinación (por ejemplo, la marcha multisectorial del 21 de septiembre), pero ese proceso no ha tenido constancia. Falta la conciencia y la motivación que funcione como factor aglutinante de estas luchas. Para ello no hace falta convertirse en un mártir altruista que sienta cada causa como propia. Simplemente hace faltapermitirse ver (porque en este asunto hay más ignorancia voluntaria que involuntaria) el trasfondo general común a todas estas luchas particulares: la imposición de intereses capitalistas sobre los intereses de la gente trabajadora, y la acción del Estado como agente de los primeros intereses. No es que haga falta dejar de ser egoísta, quizás haga falta dejar de serlo irracionalmente (“sálvese quien pueda”) y pasar a serlo de forma inteligente (“si unimos fuerzas podemos salvarnos entre todos”).

Qué hacemos nosotros: nuevos puntos de partida
Como lo demuestran otras luchas del país, de las cuales hay mucho que aprender, las tácticas utilizadas por vecinos autoconvocados o movimientos sociales son múltiples y el énfasis en cada una de ellas debe adecuarse al momento: procedimientos judiciales y administrativos, presión al poder político, manifestaciones, producción y divulgación de conocimiento, creación y perfeccionamiento de herramientas intelectuales y culturales, estrategia comunicacional, medidas de acción directa. Pero hay algo que se mantiene constante: la autoorganización popular independiente como única estrategia política seria para estas luchas, la democracia directa como único método coherente para la toma de decisiones.
La cantinela de restringir la participación al marco de las instituciones oficiales ya no puede convencer a nadie que piense por sí mismo. La democracia directa de los procesos de autoorganización popular ya no puede ser una amenaza para esgrimir frente a “nuestros representantes” para que se pongan las pilas: debe ser nuestro punto de partida imprescindible. Y cuando hablo de democracia directa no me refiero a un reflejo de base de la democracia representativa. Que una lucha particular tenga referentes no es un hecho de la naturaleza, es resultado de la formación desigual de las personas en esta sociedad. Es un defecto a corregir no mediante la restricción formal de las atribuciones de los referentes, sino fortaleciendo la autonomía de cada individuo participante: nivelar para arriba, no para abajo.
Los procesos de autoorganización popular además de sociales son personales: estimulan cambios en la propia vida cotidiana del individuo que interviene en ellos, constituyen un antes y un después. El individuo que haya pasado por un proceso de toma de conciencia socio-política ya no será un receptor pasivo de las noticias; ya no comprará con igual ingenuidad los discursos de marketing de los partidos políticos; aprenderá a identificar las ideas y los intereses socialmente dominantes como las ideas y los intereses de los grupos dominantes; y tarde o temprano se dará cuenta que para una defensa coherente de la vida y del medio ambiente es necesario poner en cuestión al modo de vida humano en su totalidad. Este proceso de crecimiento personal no tiene por qué circunscribirse a lo socio-político, también puede y debe abarcar a las relaciones interpersonales de la vida afectiva, laboral y familiar y a la vida interior[8].

Notas al pie:

[1] La falta de mayúsculas no es accidental.

[2] Podría mencionar a estos comunicadores con nombre y apellido, pero me parece al bisio.

[3] Cuando confronté a gente de ese programa, tuvieron el desparpajo de decirme que el tema no lo cubrían porque no era primicia, ya que lo habían tratado otros medios de Córdoba. Más evidencia de hasta dónde la ética profesional de ciertos “periodistas” se subordina a criterios comerciales.

[4] Por razones que todavía no comprendo, estas personas se resisten a sacar la conclusión (y tienen mucha más experiencia que yo para hacerlo) de que el papel del Estado moderno es administrar los negocios comunes de los grupos económicos y reprimir la resistencia popular a los resultados de las políticas sociales derivadas. Esta conclusión que tiene más de 150 años de existencia, pero mientras la actividad política esté subordinada al mercado de las ideologías y a la proyección del ego, los aportes de la ciencia social y la psicológica seguirán en la oscuridad.

[5] www.gama-sa.com. Recomiendo el link “Sobre GAMA” para darse una idea del poder económico de este cartel inmobiliario. También recomiendo investigar la web de la Fundación Mediterránea, de la cual GAMA es asociada. Pasando por encima de toda la cháchara que los grandes capitalistas dicen sobre sí mismos y sobre su papel en la sociedad, se pueden leer entre líneas datos interesantes sobre la concentración de poder, las luchas que existen entre ellos, y cómo esto repercute en los partidos políticos que actúan de oficialismo y de oposición.

[6] Esto hace aun más miserable a la posición de los burgueses locales: se conforman con las migajas que caen de la mesa de GAMA.

[7] Ejemplos locales de esto son la Comisión en Defensa de los Derechos Humanos de Carlos Paz, la Asamblea Punilla Sur Despierta, la FUNAM, y PHUMA.

[8] En la vida humana pueden distinguirse cuatro cuadrantes: individual-interior; individual-exterior; social-interior; y social-exterior. Lo que funciona en un cuadrante no tiene por qué funcionar en otros.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Discurso K: Qué decir ante “las denuncias de represión que le hacen el juego a la derecha”

Extraído de http://www.prensadefrente.org/pdfb2/index.php/a/2010/12/08/p6183

Si ud. apoya el “modelo” nacional y popular, no quiere hacerle el juego a la derecha y se comete un crimen político o por represión a la protesta social bajo el gobierno de Cristina, tenga presente estas diez recomendaciones sobre cómo proceder para ser un militante leal a la memoria y el legado de Néstor Kirchner:

1- Espere a ver los cables de la agencia oficial o los programas de 678, allí se marcará la línea discursiva correcta.

2- Si por los medios oficiales aún no se dio ninguna versión convincente, guarde silencio, esquive el tema con sus amigos, no publique nada al respecto en su blog. Minimice la noticia todo lo que pueda. Los medios que defienden el “modelo” buscarán durante esas primeras horas otras novedades para la primera línea informativa, o si no, apelarán al Fútbol para Todos o a los encuentros de la militancia del Chivo Rossi o el Chino Navarro bajo la consigna “Néstor, esto es para vos”. Así, el hecho se irá minimizado en sus repercusiones políticas con el pasar del tiempo.

3- Si aún así el tema persiste instalado en el interés social, recomendamos seguir los siguientes pasos:

4- Ante el crimen consumado, la culpa siempre la tiene otro. Siempre habrá un gobernador, burócrata sindical, jefe policial de distrito, hacia quien “tercerizar” la responsabilidad. Cristina sólo sería responsable si matara ella directamente a alguien con sus propias manos en la Quinta de Olivos, pero nunca si lo hicieran sindicalistas cercanos, gobernadores oficialistas o policías a cargo de su Ministro de Seguridad y Justicia.

5- Buscar voces oficialistas que digan lo necesario, sin importar la realidad. Tener a mano declaraciones de Juan Cabandié (“a la Unión Ferroviaria la maneja Duhalde”), de la propia Cristina (“Gracias Gobernador”, a Insfrán un día después de los asesinatos en Formosa) o Felipe Yapur (“un vecino dice que disparó la Metropolitana”).

6- Echar a rodar rápidamente la teoría conspirativa, siempre hay alguien más pior que los propios asesinos y responsables: Duhalde es peor que Moyano, el tucumano Bussi es peor que Insfrán, Macri es peor que Aníbal Fernandez (bueno, no importa, dígalo así por ahora, después vemos…). En última instancia, apele a la presencia de “infiltrados”. Pueden ser de Quebracho, FARC, Narcotraficantes o Servicios, o todo junto. Siempre sirve y alguno seguro lo reproduce en su blog. Todos ellos, por supuesto, buscan un hecho destituyente para derrocar a Cristina. Recuerde, éstos atacan al PO, a los tobas o a los villeros, por ser funcionales a la derecha (¿?).

7- Hablar de “incidentes” o “hechos desgraciados”, pero no de “represión”. Decir “muertes” pero no “asesinatos” y mucho menos “crímenes”. Tener a mano un comunicado de La Cámpora que hable de “repudiar la violencia” y de la “solidaridad con los familiares”, mientras reafirma el aval al gobierno nacional y su decisión de “no reprimir la protesta social” (sí, no importa, repítalo así nomás).

8- Identifique a los familiares de las víctimas más proclives a ser convocados por el gobierno y para que Cristina pueda recibirlos. Prometerles “justicia”, “comisión investigadora”, “últimas consecuencias”… Con el tiempo, ofrecerles una fundación que lleve el nombre de las víctimas.

9- Si se va a hablar del jefe de las fuerzas represivas del Estado Nacional y hombre fuerte del gobierno, Aníbal Fernández, cierre filas contra los que hablan de su pasado duhaldista y su responsabilidad en los crímenes de Kosteki y Santillán. En cambio destaque que es amigo de los blogueros K, que usa remeras copadas contra Clarín y va a los recitales del Indio Solari. Prohibido hablar de los hechos recientes de la Federal como el asesinato del chico Rubén Carballo en un recital, o de la zona liberada en Barracas para el asesinato de Mariano Ferreyra. La impunidad en esos casos es porque se investigó y no se encontró nada, no porque hay encubrimiento y aval político de parte del Ministro y el gobierno. El que dice eso, ya saben a quién le hace el juego…

10 -Por último, busque declaraciones de Estala Carlotto y Hebe de Bonafini y organice un buen festival por los Derechos Humanos. Si es posible en Plaza de Mayo. Mejor con artistas latinoamericanos. Importante: llevar banderas del Pañuelo Blanco.

domingo, 5 de diciembre de 2010

La micro-ética

Esta sociedad del espectáculo nos impele a que nuestra atención y nuestro juicio se dirija a aquello que nosotros hemos creado de manera alienante y ahora se nos presenta como algo extraño y autónomo, como si se hubiera creado a sí mismo.

Así pasa, por ejemplo, con los casos de corrupción en el ámbito político, morbosamente reproducidos por los mass media. Se nos insta a que nos escandalicemos porque tal político recibió un sobre por votar tal ley favorable a determinado grupo de intereses. Esto tiene el doble efecto de que opinemos sobre la parte y no sobre el todo (el régimen político en el cual la corrupción es inherente no por la calidad moral de sus integrantes, sino por su misma estructura, que sirve a un sistema social donde una minoría explota a la mayoría), y que tengamos la mediocre satisfacción de erigirnos en jueces y verdugos de los corruptos expuestos por la cámara mediática, en vez de dirigir la mirada a otra parte: a nosotros mismos.

Obviamente, se puede hacer muchísimo más mal a la sociedad desde una posición de poder que desde la posición de persona común. Sólo a un nivel muy abstracto puede compararse la corrupción del funcionario y la coima a un policía para que no nos cobre una multa. La macro-corrupción y la micro-corrupción no pueden juzgarse de la misma manera, desde la super-ética kantiana del imperativo categórico. Pero eso no es excusa para ignorar la micro-corrupción y para no trabajar por una micro-ética, la ética de la vida cotidiana. Una ética para personas reales, de carne y hueso, con sus limitaciones y sus defectos.

Este artículo trata esa cuestión:

Micro ética o la modificación consciente de la vida cotidiana