viernes, 20 de julio de 2012

Campito de Bustos. Carta abierta al señor Intendente Esteban Avilés


Por Vecinos Autoconvocados en defensa de El Campito de Bustos
Desde hace un tiempo organizaciones ambientales y vecinos del Sur de nuestra ciudad venimos alertando sobre las consecuencias diarias y potenciales del avance urbanístico sobre uno de los espacios que han logrado conservar la presencia de numerosas especies que pertenecen al bosque nativo de la región. Ese lugar, popularmente conocido como «El campito de Bustos», resguarda la presencia de varios algarrobos cuya edad, en determinados casos, supera largamente el siglo de existencia.
Pero no sólo su importancia radica en su valor ambiental. También lo es por la riqueza de su legado histórico. En 1896, una extensión de territorio que iba desde el actual barrio de Las Rosas Centro hasta los límites de Sol y Río, y del río San Antonio hasta los puntos más elevados de las Sierras Chicas, fue donada al señor Cruz Palacios por las hermanas Francisca y Tránsito Tissera en agradecimiento a los servicios prestados como capataz en su propiedad rural. Una vez en poder de las mismas, Palacios construyó las primeras viviendas que permitieron el inicio del proceso de poblamiento definitivo de la zona Sur de nuestra localidad. Allí, se dedicó a las actividades rurales, sembrando maíz y criando animales para la supervivencia de su grupo familiar. Asimismo, construyó un cortadero de ladrillos que le brindó trabajo a la peonada que se había asentado en la zona.
Por otra parte, una fracción de estas tierras fue transferida en 1903 por parte de Cruz Palacios a Carlos N. Paz para la construcción de la toma de su canal, el cual construyó entre 1904 y 1906, siendo el primer antecedente de una obra de infraestructura que posibilitaba, además del riego, agua corriente para las casas que el propietario de la Santa Leocadia iba erigiendo en su propiedad.
Tras su muerte, la propiedad se dividió entre sus hijos. Uno de ellos, llamado Luis Palacios, vendió su parte a Juan Irós, quien dio comienzo en 1928 la urbanización del loteo con fines turísticos conocido como Villa Independencia. En cambio, una de sus hijas, María Palacios, se quedó con su heredad, viviendo en uno de los pocos ranchos que había en la zona. Mujer de amplios conocimientos y recta actitud, María era respetada en toda la región, hasta tal punto que allí mismo se hizo una reunión con importantes personalidades de la vida política y social de la provincia, como el gobernador Ramón Cárcano y el Cura Brochero, donde se acordó el paso del camino hacia las Altas Cumbres por esas tierras. Por suerte, esa vivienda todavía existe, y sin dudas es una de las más antiguas que queda en pie de la historia moderna de nuestra ciudad.
Con el paso del tiempo, las tierras restantes que habían pertenecido a Cruz Palacios se fueron vendiendo, dando origen a varios de los barrios del Sur de Villa Carlos Paz, como Sol y Río, Villa del Río y Las Rosas Centro. Sin embargo, uno de esos loteos -que hoy conocemos como el campito de Bustos-, quedó al margen de este impulso urbanizador hasta estos últimos años, cuando de forma progresiva se fueron extendiendo los primeros alambrados y levantando las primeras casas. Por suerte, varias de éstas conservaron los algarrobos más añejos, aunque en determinado momento la instalación de un circo acabó con algunos de estos ejemplares.
Hasta hace pocos meses atrás, todavía el sector de mayor riqueza natural y cultural se mantenía al margen de esta avanzada de alambres y cemento. Pero, lamentablemente, quienes tenemos un especial sentimiento hacia este increíble lugar nos hemos visto en estas últimas semanas  ingrata y dolorosamente sorprendidos por los tendidos de alambres que anticipan, junto con los carteles correspondientes, el futuro loteamiento de estas tierras. Con sumo dolor, debimos contemplar cómo el futuro de esos grandes algarrobos y todas las especies que conforman ese verdadero pulmón del bosque chaqueño serrano han quedado en manos de la discrecionalidad e intereses privados, mientras que algunos funcionarios del Municipio nos decían que eso era propiedad privada y, por tanto, no podían hacer nada. Sin embargo, cuando se demostró que el Estado puede declarar sujeto a expropiación un bien inmueble si considera que es de utilidad pública, esgrimieron el argumento del presupuesto, diciendo que no había dinero para llevar a cabo tal medida. Con respecto a este punto, también venimos sosteniendo que el cumplimiento de los derechos que tenemos como ciudadanos garantizados por nuestras cartas constitucionales no puede dejarse de lado por cuestiones presupuestarias, las cuales además no dependen de una cuestión técnica sino de una decisión política que priorice determinadas erogaciones sobre otras.
Varios artículos constitucionales contienen estos derechos. El primero de ellos es el artículo 41 de la Constitución Nacional, donde se expresa en una parte que «Las autoridades proveerán a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la información y educación ambientales». Por último, quisiéramos transcribir el artículo 43 de la Carta Orgánica Municipal, que dice: «Las riquezas antropológicas, históricas, documentales, bibliográficas y edilicias, los valores artísticos y científicos, así como el paisaje y entorno natural, cualesquiera fueran sus titulares, forman parte del patrimonio cultural de la comunidad. Están bajo tutela del Municipio, conforme a las normas respectivas, dispone las acciones que sean necesarias para su defensa. Se prohíbe su  concesión, traslado, privatización o enajenación, cuando estos alteren los fines que le dieran origen».
Además de todas las razones expuestas, queda una más por expresar: el Campito de Bustos ha servido de nexo de comunicación por décadas entre Villa Independencia y Sol y Río con los barrios de Villa del Río y siguientes, lo cual ha dejado una marca indeleble en los recuerdos e historias de los vecinos que allí habitan. Por ello, creemos que lo patrimonial no es algo que se considere únicamente como «viejo», «antiguo»; se debe entender también, en un contexto amplio, que un bien es patrimonial cuando contiene valores intrínsecos que hacen a la aceptación y amor de la gente que los usa o aprecia.
En vista de todo lo expresado, los vecinos preocupados y movilizados por la preservación de un bien patrimonial muy caro al acervo cultural de los barrios del Sur de la ciudad le solicitamos que implemente todas las medidas necesarias a fin de preservar «El Campito de Bustos» como bien público de todos los carlospacenses. Proponemos que se tenga a consideración, una vez cumplida esta meta, nuestra propuesta de que se disponga la creación de un espacio destinado a la educación y concientización ambiental y cultural, que permita seguir difundiendo en la comunidad la importancia de cuidar los bienes que hacen a nuestra propia identidad. Asimismo, y en virtud de la rapidez con que se llevan a cabo los loteamientos, le solicitamos tenga usted a bien considerar llevar a cabo las acciones con la urgencia que amerita el caso, pues creemos que de seguir el actual estado de cosas la pérdida de nuestro patrimonio será irreparable. Todavía hay tiempo para actuar, y depositamos el cumplimiento de estos derechos en la responsabilidad que el actual gobierno tiene a su cargo.
Sin más, y esperando vuestra pronta respuesta, le saludan cordialmente.
Vecinos Autoconvocados en defensa de El Campito de Bustos
vecinosporelcampitodebustos@yahoo.com.ar

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